martes, 11 de noviembre de 2014

AUTOESTIMA Y MOTIVACIÓN

Para comenzar se dará a conocer una breve explicación desde que concepto surge el tema escogido. Bueno más que nada todo se desglosa por parte de la psicología, esta es una ciencia la cual estudia diferentes procesos mentales, las sensaciones, percepciones y comportamientos del ser humano, como individuo propio y especifico, en relación al medio ambiente tanto social como físico que rodea a la persona, ya que son los principales exponentes del comportamiento de una persona, y que logran cambiar a una persona o simplemente formar a la persona en cuanto a pensamientos, comportamiento, maneras de sentir con terceras personas que son involucradas en las vida cotidiana. De esta manera todo aquel anteriormente mencionado se desglosa en un sinfín de conceptos, en donde los dos más importantes que se plantearan serán la autoestima y la motivación, exponentes que se relacionan bastante con la psicología, porque todo aquello que nos motiva y hace tener autoestima está presente en el ambiente en que vivimos. 

La autoestima es definida  como un conjunto de  creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos, conductas dirigidos hacia nosotros mismos. También se puede añadir que la autoestima es cuan afectuosos y amorosos nos sentimos realmente con nosotros mismos, la aceptación incondicional es valiosa y muy importante a pesar de los errores, derrotas y fracasos que cometamos. La autoestima se forma a lo largo de la vida respectivamente. Cada etapa aporta en mayor o menor grado, a las experiencias en la que se encuentre la persona y los sentimientos que pueda tener.
La adolescencia es una de las etapas más críticas en el desarrollo de la autoestima, la o el joven quiere tener una identidad firme y así poder conocer sus posibilidades como persona, a su vez completar metas donde el adolescente es capaz que realizar si cree en sí mismo.
En resumen, es la percepción evaluativa de nosotros mismos. Su importancia es que puede afectar a nuestra manera de estar y de actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás.
A partir de esto nos idealizamos una “autoimagen” mental de quienes somos, que aspectos tenemos, en que cosas somos buenos y cuáles son nuestros defectos o puntos débiles, y a lo largo del tiempo nos formamos y crecemos en base a esa imagen. Esta autovaloración es muy importante, dado que ella depende gran parte de la potencialidad personal y nuestros logros a lo largo de nuestra vida.
 De este modo, si existe esta forma de pensar está generalizada, nuestros actos van a estar inclinados al temor, lo que indica que hay más posibilidades fallos, y que estos se repitan en el futuro. También podemos tener un pensamiento distorsionado en el sentido contrario, si lo que tenemos es un sentimiento exagerado de autoestima, nos puede crear problemas, lo cual ocasionará que no podamos resolver los problemas de forma adecuada.

Debido a esto existen tres clases de autoestima:
-          Autoestima positiva: está constituida por dos sentimientos: la capacidad y el valor  de tener cualidades. Esta actitud deriva en la confianza, el respeto y el aprecio que en una persona pueda tener de sí misma.
-          Autoestima relativa: varía entre sentirse apta o no, valiosa o no, si es que acertó como persona. Tales incoherencias se pueden encontrar en personas, que a veces se sobrevaloran, revelando un autoestima confusa.
-          Autoestima baja: este es un sentimiento más bajo, incapacidad personal, de inseguridad de dudas con respecto a uno mismo, de culpa, por miedo a seguir viviendo con tranquilidad. La persona tiene una sensación que todo no alcance, y es muy común en ellos que haya poca preocupación y aprovechamiento en los estudios y en el trabajo. La autoestima baja, en algunos casos, puede ir acompañada de inmadurez afectiva, y eso depende de cómo se sienta la persona.
A partir de estos tipos de autoestimas, existen distintos factores. En donde la familia es uno de ellos y uno de los más importantes, ya que la autoestima además es aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye. En donde, esto depende fundamentalmente del ambiente familiar en que se encuentre la persona.
La principal y la más vista forma de violencia es el maltrato emocional. Existen muchas maneras de asustar a un niño o de hacerlos sentir culpable de algo que no hizo o llegar hasta el punto de hacerlo sentir intimidado sin ocupar la violencia física. El niño (a) que pasa por esto, se asusta con pensamientos o sentimientos que para ellos no son posibles de compartir con alguien, en consecuencia deben aprender a soportar el dolor y el silencio.
Por otro lado la autoestima y la comunicación están relacionadas, porque según como se diga algo, el efecto será positivo o negativo, dependiendo este de cómo lo reciba el receptor. Por esta razón se deduce que los padres que tratan con palabras grotescas o entonaciones bruscas a sus hijos, los dañan emocionalmente, aunque no siempre lo hacen de manera intencional si no que puede ser que ellos fueron criados así en sus hogares y crean que criar así a sus hijos es un buen método.
Si bien es cierto, la familia puede llegar a afectar a un niño, pero si se piensa en la sociedad de hoy en día, la gente no sabe respetarse unos a otros. Por lo tanto la sociedad es otro factor muy visible dentro de la autoestima, ya que a partir de la cultura de esta, la familia adopta diferentes formas de vida que son transmitidos a los integrantes de esta y determinan o ayudan a la personalidad de cada uno, teniendo a esta como modelo social. De modo que las personas que tienen poca confianza de sus capacidades dentro de la sociedad, tienden a buscar roles sometidos y evitar las situaciones que necesitan asumir mayor responsabilidades.
Asimismo la presencia de los docentes es fundamental, ellos deben apoyar a los niños al igual que los padres, por esta razón los padres confían en ellos, para así transmitirles valores claros a sus hijos. Para esto los profesores deben conocer el ambiente donde estén (la sala de clase) y aceptarlo como tal, ya que en todos los ambientes el niño tiene las mismas necesidades de amor y de seguridad, el derecho de ser una persona valorada y tener la oportunidad como todos de poder triunfar. Los maestros deben estar atentos de los distintos ritmos de desarrollo de cada niño, para que el mismo se pueda sentir cómodo y tener en cuenta las capacidades que el posee.
Y en consiguiente con los casos de bajo autoestima, estos deben ser mejorados mediante la psicología, en donde se involucra la mente y al individuo en específico, a esto se suma la gran diferencia entre dos conceptos que normalmente son confundidos, es decir la autoestima y depresión. Cuando una persona se siente inútil, no querida, fea, sola e incapaz, es tener bajo autoestima, pero hay personas que lo relacionan erróneamente como depresión. Pero el autoestima se trata con la psicología positiva, donde la persona comienza a conocerse de forma integral, aceptarse, respetarse, quererse, y valorar lo que hay en sí mismo, en la vida que lleva, y la técnica es no negar las dificultades si no aceptarlas y salir adelante siendo optimista, se debe saber que pase lo que pase más adelante todo estará bien, teniendo que haber un estado de confianza y comodidad, ya que si esta persona vuelve a recaer debe saber que habrá alguien que lo ayude a sobrellevarlo y a superarlo, teniendo una experiencia que más adelante servirá como aprendizaje.
Luego está presente la motivación esta viene de la palabra latina motivus (movimiento) y cion (acción, efecto), corresponde a un énfasis que se descubre en una persona hacia un determinado medio de querer una necesidad. Es una mezcla de pasión, propósito, toma de decisiones y compromiso. Genera energía y vida para desempeñarse de forma correcta en una actividad o un logro que a uno le apasiona. La motivación se puede generar por motivos racionales, emocionales, egocéntricos, altruistas o también por rechazo.                                        
Según la psicología y la filosofía, motivación se define como estados internos para lograr metas o fines determinados, provocando impulsos hacia la persona para realizar diversas acciones, pudiendo afirmar que es sinónimo de voluntad e interés.
La psicología ha visto diversas teorías sobre el origen de la motivación y su efecto en la conducta de la persona, es decir, como se hace para obtener éxito, quedar satisfecho con el deseo a lograr y dar a fin una esperanza.
Existen  distintos tipos de motivación:
1.    Motivación de logro: es un  impulso por vencer desafíos, avanzar y crecer.  La persona no se motiva por dinero o bienes materiales, si no que por sí mismo con el deseo de reconocimiento de dar y no recibir nada a cambio.
2.    Motivación de afiliación: es un impulso que mueve a relacionarse con las personas. La meta es alcanzar una relación basada en una amistad recíproca y las personas que tienen esta motivación, generalmente temen la desaprobación de los demás y buscan su seguridad en los demás.
3.    Motivación de competencia: es un impulso para realizar un trabajo de gran calidad, esforzándose por tener un gran dominio de su trabajo y crecimiento profesional. Se realiza porque sienten una satisfacción interna en ellos mismo, les hace bien y se sienten mejor.  Ocasionalmente quieren que su trabajo sea tan bueno que es muy difícil para ellos tener buenas relaciones con sus compañeros.
4.    Motivación por auto-realización: es un impulso a querer hacer todo solo, utilizando y aprovechando plenamente su capacidad y potencial. Se manifiesta a través del descubrimiento del  yo real y se conforma por su expresión y desarrollo.
5.    Motivación por poder: es un impulso por influir en las personas y situaciones, generando control, influencia, impacto y gran autoridad sobre los demás.  Están totalmente más dispuestos a aceptar diversos riesgos, a veces aplicando el poder de forma destructiva pero siempre por conseguir el éxito.
6.    Motivación intrínseca: la persona comienza a realizar alguna actividad por incentivos internos, personalmente toma la decisión de realizarla. Presentan mucha auto-satisfacción y autoestima. Por ejemplo: hacer deporte porque uno se siente bien y disfruta de esa actividad.
7.    Motivación extrínseca: la persona comienza a realizar alguna actividad porque la orden o el propósito viene exteriormente. Generalmente esta motivación implica mucho esfuerzo. Por ejemplo: quedan pocos días para el verano y hay que bajar de peso, hay que hacer ejercicio físico y no por disfrutarlo, si no que por motivos sociales.
Por otro lado también existen variables motivacionales, divididas en 3 categorías, la energética que tiene como función activar la conducta; las direccionales que regulan y orientan la actividad y por ultimo las mixtas que tiene mucho de las energéticas y de las direccionales, a diferencia que crean un doble efecto de intensidad y dirección sobre la conducta.
Entre ambos términos analizados, tanto motivación como autoestima, son dos temas  bastante relacionados con la psicología, en cuanto a la motivación, la psicología a estudiado diferentes acontecimientos que dirigen la atención hacia estudios de motivaciones complejas que se basan en actividades humanas específicas, como el comportamientos consciente y de carácter voluntario, entre esto la planificación de las metas propias, por lo que para explicar esto se utiliza una teoría llamada “teoría homeostática” la cual propone que de las personas surge una necesidad tanto biológica como psicológica para satisfacerse a uno mismo en el ámbito motivacional, existen más teorías las cuales son factibles, todas poseen una formulación diferente y una aplicación específica, pero todas interpretan la motivación de alguna manera mediante la actividad psíquica.

También es importante destacar que la  motivación logra mejorar el autoestima, nosotros al hacer las cosas debemos estar motivados, de lo contrario no lo hacemos, y para esto uno debe tener seguridad en sí mismo, por lo que autoestima es quien nos ayuda a seguir adelante, este debe de estar en buen estado, ya que si uno tiene bajo autoestima no puede o no logra proponerse metas y desafíos. Por lo tanto uno al realizar y concretar sus metas, logra que la motivación aumente y nos permita seguir activos para seguir adelante, y esto es lo que sube el autoestima, todo lo dicho anteriormente permite que  se cree un estado de ánimo y confianza en sí mismo cambio, así uno se acepte y se quiera como es, además realizar nuestras metas, no va a ayudar a elevar nuestra perseverancia y el éxito cada vez será más fácil de alcanzar, de manera en que las metas deben ser propias, ya que si una tercera persona nos impone metas no nos motivamos a lograrlas, en cambio todo se hace más fácil y motivante cuando la iniciativa de algo es propio y de uno.

Podemos concluir que tanto la motivación como la autoestima en si se relacionan bastante, ya que ambos se complementan uno con otro, de modo en que uno de ellos (autoestima) debe existir para que el otro surja (motivación), además ambos  relacionan el sentir y el cómo se sienten las personas hoy en día, pudiendo observar que aspectos tan generales como la sociedad y específicas como la familia pueden afectar la motivación y la autoestima de una persona, con tan solo un par de pensamientos, opiniones, ambientes inseguros, entre otros. Así mismo todo factor anteriormente mencionado recae en la inseguridad de la persona, lo que no nos permite progresar como país, debido a que luego de que las cifras de una baja autoestima y motivación sean considerablemente menores, con el tiempo irán aumentando, pues las tradiciones cada vez son más grotescas y las personas se dejan llevar por simples perspectivas de gente ajena a ellos.

Trabajo de investigación desarrollado por las siguientes alumnas de 3º Medio
                                                              Patricia Soto
                                                              Marcela Rojas
                                                              Francisca Marín
                                                              Camila Weason





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