Para
comenzar se dará a conocer una breve explicación desde que concepto surge el
tema escogido. Bueno más que nada todo se desglosa por parte de la psicología,
esta es una ciencia la cual estudia diferentes procesos mentales, las
sensaciones, percepciones y comportamientos del ser humano, como individuo
propio y especifico, en relación al medio ambiente tanto social como físico que
rodea a la persona, ya que son los principales exponentes del comportamiento de
una persona, y que logran cambiar a una persona o simplemente formar a la
persona en cuanto a pensamientos, comportamiento, maneras de sentir con
terceras personas que son involucradas en las vida cotidiana. De esta manera
todo aquel anteriormente mencionado se desglosa en un sinfín de conceptos, en
donde los dos más importantes que se plantearan serán la autoestima y la
motivación, exponentes que se relacionan bastante con la psicología, porque
todo aquello que nos motiva y hace tener autoestima está presente en el
ambiente en que vivimos.
La
autoestima es definida como un conjunto
de creencias que tenemos acerca de
nosotros mismos, percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos,
conductas dirigidos hacia nosotros mismos. También se puede añadir que la
autoestima es cuan afectuosos y amorosos nos sentimos realmente con nosotros
mismos, la aceptación incondicional es valiosa y muy importante a pesar de los
errores, derrotas y fracasos que cometamos. La autoestima se forma a lo largo
de la vida respectivamente. Cada etapa aporta en mayor o menor grado, a las
experiencias en la que se encuentre la persona y los sentimientos que pueda
tener.
La
adolescencia es una de las etapas más críticas en el desarrollo de la
autoestima, la o el joven quiere tener una identidad firme y así poder conocer
sus posibilidades como persona, a su vez completar metas donde el adolescente
es capaz que realizar si cree en sí mismo.
En
resumen, es la percepción evaluativa de nosotros mismos. Su importancia es que
puede afectar a nuestra manera de estar y de actuar en el mundo y de
relacionarnos con los demás.
A
partir de esto nos idealizamos una “autoimagen” mental de quienes somos, que
aspectos tenemos, en que cosas somos buenos y cuáles son nuestros defectos o
puntos débiles, y a lo largo del tiempo nos formamos y crecemos en base a esa
imagen. Esta autovaloración es muy importante, dado que ella depende gran parte
de la potencialidad personal y nuestros logros a lo largo de nuestra vida.
De este modo, si
existe esta forma de pensar está generalizada, nuestros actos van a estar
inclinados al temor, lo que indica que hay más posibilidades fallos, y que
estos se repitan en el futuro. También podemos tener un pensamiento
distorsionado en el sentido contrario, si lo que tenemos es un sentimiento
exagerado de autoestima, nos puede crear problemas, lo cual ocasionará que no
podamos resolver los problemas de forma adecuada.
Debido a esto existen tres clases de autoestima:
-
Autoestima
positiva: está constituida por dos sentimientos: la capacidad y el
valor de tener cualidades. Esta actitud
deriva en la confianza, el respeto y el aprecio que en una persona pueda tener
de sí misma.
-
Autoestima
relativa: varía entre sentirse apta o no, valiosa o no, si es que
acertó como persona. Tales incoherencias se pueden encontrar en personas, que a
veces se sobrevaloran, revelando un autoestima confusa.
-
Autoestima
baja: este es un sentimiento más bajo, incapacidad personal,
de inseguridad de dudas con respecto a uno mismo, de culpa, por miedo a seguir
viviendo con tranquilidad. La persona tiene una sensación que todo no alcance,
y es muy común en ellos que haya poca preocupación y aprovechamiento en los
estudios y en el trabajo. La autoestima baja, en algunos casos, puede ir
acompañada de inmadurez afectiva, y eso depende de cómo se sienta la persona.
A
partir de estos tipos de autoestimas, existen distintos factores. En donde la
familia es uno de ellos y uno de los más importantes, ya que la autoestima
además es aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye. En
donde, esto depende fundamentalmente del ambiente familiar en que se encuentre
la persona.
La
principal y la más vista forma de violencia es el maltrato emocional. Existen
muchas maneras de asustar a un niño o de hacerlos sentir culpable de algo que
no hizo o llegar hasta el punto de hacerlo sentir intimidado sin ocupar la
violencia física. El niño (a) que pasa por esto, se asusta con pensamientos o
sentimientos que para ellos no son posibles de compartir con alguien, en
consecuencia deben aprender a soportar el dolor y el silencio.
Por
otro lado la autoestima y la comunicación están relacionadas, porque según como
se diga algo, el efecto será positivo o negativo, dependiendo este de cómo lo
reciba el receptor. Por esta razón se deduce que los padres que tratan con
palabras grotescas o entonaciones bruscas a sus hijos, los dañan emocionalmente,
aunque no siempre lo hacen de manera intencional si no que puede ser que ellos
fueron criados así en sus hogares y crean que criar así a sus hijos es un buen
método.
Si
bien es cierto, la familia puede llegar a afectar a un niño, pero si se piensa
en la sociedad de hoy en día, la gente no sabe respetarse unos a otros. Por lo
tanto la sociedad es otro factor muy visible dentro de la autoestima, ya que a
partir de la cultura de esta, la familia adopta diferentes formas de vida que
son transmitidos a los integrantes de esta y determinan o ayudan a la
personalidad de cada uno, teniendo a esta como modelo social. De modo que las
personas que tienen poca confianza de sus capacidades dentro de la sociedad,
tienden a buscar roles sometidos y evitar las situaciones que necesitan asumir
mayor responsabilidades.
Asimismo
la presencia de los docentes es fundamental, ellos deben apoyar a los niños al
igual que los padres, por esta razón los padres confían en ellos, para así
transmitirles valores claros a sus hijos. Para esto los profesores deben
conocer el ambiente donde estén (la sala de clase) y aceptarlo como tal, ya que
en todos los ambientes el niño tiene las mismas necesidades de amor y de
seguridad, el derecho de ser una persona valorada y tener la oportunidad como
todos de poder triunfar. Los maestros deben estar atentos de los distintos
ritmos de desarrollo de cada niño, para que el mismo se pueda sentir cómodo y
tener en cuenta las capacidades que el posee.
Y en consiguiente con los
casos de bajo autoestima, estos deben ser mejorados mediante la psicología, en
donde se involucra la mente y al individuo en específico, a esto se suma la
gran diferencia entre dos conceptos que normalmente son confundidos, es decir
la autoestima y depresión. Cuando una persona se siente inútil, no querida,
fea, sola e incapaz, es tener bajo autoestima, pero hay personas que lo
relacionan erróneamente como depresión. Pero el autoestima se trata con la
psicología positiva, donde la persona comienza a conocerse de forma integral,
aceptarse, respetarse, quererse, y valorar lo que hay en sí mismo, en la vida
que lleva, y la técnica es no negar las dificultades si no aceptarlas y salir
adelante siendo optimista, se debe saber que pase lo que pase más adelante todo
estará bien, teniendo que haber un estado de confianza y comodidad, ya que si
esta persona vuelve a recaer debe saber que habrá alguien que lo ayude a
sobrellevarlo y a superarlo, teniendo una experiencia que más adelante servirá
como aprendizaje.
Luego
está presente la motivación esta viene de la palabra latina motivus
(movimiento) y cion (acción, efecto), corresponde a un énfasis que se descubre
en una persona hacia un determinado medio de querer una necesidad. Es una
mezcla de pasión, propósito, toma de decisiones y compromiso. Genera energía y
vida para desempeñarse de forma correcta en una actividad o un logro que a uno
le apasiona. La motivación se puede generar por motivos racionales,
emocionales, egocéntricos, altruistas o también por rechazo.
Según
la psicología y la filosofía, motivación se define como estados internos para
lograr metas o fines determinados, provocando impulsos hacia la persona para
realizar diversas acciones, pudiendo afirmar que es sinónimo de voluntad e
interés.
La
psicología ha visto diversas teorías sobre el origen de la motivación y su
efecto en la conducta de la persona, es decir, como se hace para obtener éxito,
quedar satisfecho con el deseo a lograr y dar a fin una esperanza.
Existen distintos tipos de motivación:
1. Motivación de logro: es
un impulso por vencer desafíos, avanzar
y crecer. La persona no se motiva por
dinero o bienes materiales, si no que por sí mismo con el deseo de
reconocimiento de dar y no recibir nada a cambio.
2. Motivación de afiliación: es
un impulso que mueve a relacionarse con las personas. La meta es alcanzar una
relación basada en una amistad recíproca y las personas que tienen esta
motivación, generalmente temen la desaprobación de los demás y buscan su
seguridad en los demás.
3.
Motivación
de competencia: es un impulso para realizar un trabajo de
gran calidad, esforzándose por tener un gran dominio de su trabajo y
crecimiento profesional. Se realiza porque sienten una satisfacción interna en
ellos mismo, les hace bien y se sienten mejor.
Ocasionalmente quieren que su trabajo sea tan bueno que es muy difícil
para ellos tener buenas relaciones con sus compañeros.
4.
Motivación
por auto-realización: es un impulso a querer hacer todo solo,
utilizando y aprovechando plenamente su capacidad y potencial. Se manifiesta a
través del descubrimiento del yo real y
se conforma por su expresión y desarrollo.
5.
Motivación
por poder: es un impulso por influir en las personas y
situaciones, generando control, influencia, impacto y gran autoridad sobre los
demás. Están totalmente más dispuestos a
aceptar diversos riesgos, a veces aplicando el poder de forma destructiva pero
siempre por conseguir el éxito.
6.
Motivación
intrínseca: la persona comienza a realizar alguna
actividad por incentivos internos, personalmente toma la decisión de
realizarla. Presentan mucha auto-satisfacción y autoestima. Por ejemplo: hacer
deporte porque uno se siente bien y disfruta de esa actividad.
7.
Motivación
extrínseca: la persona comienza a realizar alguna
actividad porque la orden o el propósito viene exteriormente. Generalmente esta
motivación implica mucho esfuerzo. Por ejemplo: quedan pocos días para el
verano y hay que bajar de peso, hay que hacer ejercicio físico y no por
disfrutarlo, si no que por motivos sociales.
Por
otro lado también existen variables motivacionales, divididas en 3 categorías,
la energética que tiene como función activar la conducta; las direccionales que
regulan y orientan la actividad y por ultimo las mixtas que tiene mucho de las
energéticas y de las direccionales, a diferencia que crean un doble efecto de
intensidad y dirección sobre la conducta.
Entre ambos términos
analizados, tanto motivación como autoestima, son dos temas bastante relacionados con la psicología, en
cuanto a la motivación, la psicología a estudiado diferentes acontecimientos
que dirigen la atención hacia estudios de motivaciones complejas que se basan
en actividades humanas específicas, como el comportamientos consciente y de
carácter voluntario, entre esto la planificación de las metas propias, por lo que
para explicar esto se utiliza una teoría llamada “teoría homeostática” la cual
propone que de las personas surge una necesidad tanto biológica como
psicológica para satisfacerse a uno mismo en el ámbito motivacional, existen
más teorías las cuales son factibles, todas poseen una formulación diferente y
una aplicación específica, pero todas interpretan la motivación de alguna
manera mediante la actividad psíquica.
También es importante
destacar que la motivación logra mejorar
el autoestima, nosotros al hacer las cosas debemos estar motivados, de lo
contrario no lo hacemos, y para esto uno debe tener seguridad en sí mismo, por
lo que autoestima es quien nos ayuda a seguir adelante, este debe de estar en
buen estado, ya que si uno tiene bajo autoestima no puede o no logra proponerse
metas y desafíos. Por lo tanto uno al realizar y concretar sus metas, logra que
la motivación aumente y nos permita seguir activos para seguir adelante, y esto
es lo que sube el autoestima, todo lo dicho anteriormente permite que se cree un estado de ánimo y confianza en sí
mismo cambio, así uno se acepte y se quiera como es, además realizar nuestras
metas, no va a ayudar a elevar nuestra perseverancia y el éxito cada vez será
más fácil de alcanzar, de manera en que las metas deben ser propias, ya que si
una tercera persona nos impone metas no nos motivamos a lograrlas, en cambio
todo se hace más fácil y motivante cuando la iniciativa de algo es propio y de
uno.
Podemos
concluir que tanto la motivación como la autoestima en si se relacionan
bastante, ya que ambos se complementan uno con otro, de modo en que uno de
ellos (autoestima) debe existir para que el otro surja (motivación), además ambos
relacionan el sentir y el cómo se
sienten las personas hoy en día, pudiendo observar que aspectos tan generales
como la sociedad y específicas como la familia pueden afectar la motivación y
la autoestima de una persona, con tan solo un par de pensamientos, opiniones,
ambientes inseguros, entre otros. Así mismo todo factor anteriormente
mencionado recae en la inseguridad de la persona, lo que no nos permite
progresar como país, debido a que luego de que las cifras de una baja
autoestima y motivación sean considerablemente menores, con el tiempo irán
aumentando, pues las tradiciones cada vez son más grotescas y las personas se
dejan llevar por simples perspectivas de gente ajena a ellos.
Trabajo de investigación desarrollado por las siguientes alumnas de 3º Medio
Patricia Soto
Marcela Rojas
Francisca Marín
Camila Weason
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