sábado, 23 de agosto de 2014

ANOREXIA

Hablaré de la anorexia, porque lo considero un tema interesante y actual. Es una enfermedad que es muy común entre aquellas personas con baja autoestima.
Se conoce como una enfermedad de un trastorno alimenticio, donde la persona disminuye su ingesta de alimentos, lo que trae como consecuencia la brusca baja de peso. Esto se provoca cuando el sujeto se encuentra gordo(a), no acepta su cuerpo y se mentaliza en no comer para así bajar de peso y obtener esa figura que tanto esperan.
Esto puede ser causa de un factor sociocultural, donde la presión social y los modelos de vida, hacen que la persona pierda peso. A veces esta obsesión tiene su origen en la inseguridad personal, o en la creencia de que estando flaca(o) se sentirá mejor. Otras veces surge de las críticas de compañeros o amigos por tener algo de sobrepeso, o por un rechazo sentimental que se le haga a la chica; disminuyen la cantidad de alimento, hasta llegar a la obsesión donde ya casi no comen; llegando a un estado de delgadez que desencadena un trastorno alimenticio.
Los trastornos alimenticios son una enfermedad causada por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico, relacionada con la alteración de los hábitos alimenticios comunes.
Considero que la persona debe respetarse y quererse a sí mismo, por lo tanto, no hay que dejarse influenciar por los comentarios de los demás; los que a veces son muy mal intencionados.
Esta enfermedad ataca principalmente a las mujeres, aunque en los últimos años también se ha producido un aumento en hombres, en mujeres adultas y en niños y adolescentes. Esta enfermedad es más vista en clases sociales altas más que en bajas. Existen personas más específicas a sufrir estos trastornos, es el caso por ejemplo de las gimnastas, las bailarinas, modelos.
Existen tratamientos para esta enfermedad. Se utiliza medicación específica y según el caso, psicoterapia individual o grupal. En los casos más graves, se requiere la internación del paciente para asegurar un plan nutricional adecuado y tratar los trastornos producidos por la baja de peso.
Generalmente el tratamiento de la anorexia es largo y complicado, además suelen de ser frecuentes las recaídas. En muchas ocasiones se recomienda terapia familiar y muchos de los enfermos deben ser medicados.
Creo que los padres de adolescentes con anorexia deben estar preparados para un proceso que va a ser emocionalmente doloroso, y en el que sus hijos van a necesitar el apoyo de toda la familia. Es bueno involucrar a la familia, para que el afectado(a) pueda ser acompañado(a) por sus seres queridos, y así no se sientan solos en este proceso.
El daño no es solamente en el peso corporal sino también psicológico, dañando sus pensamientos, su autoestima, convirtiendo todo esto en un trastorno; y que cualquier persona puede padecer esta enfermedad.
Creo que la clave es aprender a quererse y aceptarse tal como uno es, dejando de lado todos aquellos estereotipos que nos presentan principalmente algunos medos de comunicación social.

                                       
                                                                                                                        Patricia Soto
                                                                                                                   Alumna de 3º Medio

TABAQUISMO EN LA ACTUALIDAD

Día a día nos encontramos con riesgos, que sin darnos cuenta provocan grandes enfermedades e incluso pueden acabar con nuestra vida sin que sintamos nada fuera de lo común. Uno de estos casos pertenece al tabaco. Con cada cigarrillo que consumimos, siete minutos de nuestra vida se van, y es terrible darnos cuenta que nuestra vida se va acortando al pasar los días. Lo peor de todo es que esto ocurre cada vez a más temprana edad, es un vicio que se convierte en nuestro propio y silencioso asesino.
Los jóvenes, entre 14 y 18 años, somos quienes presentamos el mayor número de la población con el consumo de tabaco. Si intentamos buscar una explicación, podríamos encontrarla en que somo el grupo más vulnerable e influenciable de la sociedad. Las posibles causas, de que los jóvenes seamos los principales consumidores, son: la publicidad, las presiones, la falta de control paterno e incluso las ganas de intentar huir de los problemas, como una costumbre social. Los cigarros son parte de la vida cotidiana de nosotros los jóvenes, nos creemos invencibles y no reparamos en el daño paulatino que nos está produciendo.
Las situaciones sociales son parte esencial en nuestro crecimiento integral, las presiones psicológicas que se generan en los grupos al que pertenecemos los jóvenes; son generadas por nosotros mismos, generando ambientes propicios para iniciarnos en el consumo del cigarrillo. Durante nuestro crecimiento, buscamos pertenecer al grupo de nuestros pares, realizando las actividades que más nos agradan, incluso una conversación acompañada de un cigarro. Muchas veces, para poder ingresar y pertenecer a estos grupos, nosotros debemos dejarnos influenciar por nuestras amistades o malos ejemplos que nos llevan a perjudicar nuestra salud e integridad.
Cuando lo probamos por primera vez, generalmente es por curiosidad, "quería probar algo nuevo, y mis amigos me dijeron que esta era la mejor opción y que servía para relajarse", pero una vez ahí quedamos atrapados. Comenzamos como fumadores sociales, etapa donde sólo fumamos en eventos o salidas con nuestros grupos; luego comenzamos a desarrollar una adicción prematura que hace que este consumo sea con mayor frecuencia, y posteriormente está la adicción total.
El problema comienza cuando pensamos en que todos los hacen y nos hacemos la pregunta, ¿por qué no lo hago yo también?
Estas situaciones mencionadas van siempre acompañadas de una ignorancia total que es de doble vía: por un lado, los jóvenes no sabemos y no nos interesa informarnos del daño y lo mal que nos hace este vicio, que puede llegar a ser nuestro peor enemigo; por otro lado, la falta de confianza que tienen los hijos con sus padres, provoca que ellos nunca se enteren de lo que hacen los hijos e hijas, a esto se suma la falta de control de parte de nuestros papás, hace que los jóvenes fumen. Vivimos el momento y no nos preocupa el daño que nos puede provocar el cigarrillo.
Muchos padres no educan bien a sus hijos, ya que no conocen su vida, desconocen las situaciones que los rodean cotidianamente, no conocen sus amistades, no saben lo que sienten y lo que piensan. Las mesadas se convierten en una muy mala opción si no se tiene control en qué se están gastando el dinero, ya que esto sería un gran incentivo para iniciarse en este vicio.
Pienso que el Estado debería fiscalizar de mejor manera la venta indebida que se hace a los menores de edad, y crear una mayor cantidad de penalizaciones que sean impuestas al que infringe la ley. Creo que el alza de los precios es una buena forma de que los jóvenes tomen conciencia en cuanto seguir o no consumiendo, haciéndose responsable de su salud. Tenemos que cuidar nuestra vida, mejorar nuestra calidad de vida, tomar buenas decisiones, hacernos responsables y asumir las consecuencias de nuestras acciones.

                                                                                                                  Beatriz Espinosa Q.
                                                                                                                  Alumna de 3º Medio