Todos comemos y
lo hacemos principalmente porque es imprescindible para vivir aunque también
porque disfrutamos al hacerlo. Sin embargo, como en toda conducta humana
existen grandes diferencias entre unos y otros. Unos comen más y otros comen
menos, unos suben de peso y otros no. Al comer demasiado o demasiado poco
algunas personas llegan a tal extremo que pueden perjudicar su salud hasta el
punto de tener que recibir atención médica.
Las mujeres
sufren estos trastornos diez veces más frecuentemente que los hombres Aunque
con frecuencia se cree que estos trastornos son problemas que afectan a los
adultos, lo cierto es que en la mayoría de los casos el trastorno comienza en
la adolescencia, esta enfermedad se ha hecho más común en este último tiempo debido
a los medios masivos de comunicación que han formado un estereotipo en que las mujeres deben ser
delgadas hasta llegar al punto de ser algo enfermizo.
¿Qué es la bulimia?
La palabra bulimia significa hambre de buey y procede
del griego boulimos.
Es
un desorden alimenticio. Esta enfermedad se caracteriza por episodios secretos
de excesiva ingestión de alimentos, seguidos por métodos inapropiados para
controlar el peso como el vómito auto inducido, el abuso de laxantes o
diuréticos y la realización de ejercicios demasiado exigentes para el cuerpo.
El
acceso de bulimia o atracón se inicia con una sensación de hambre voraz e
incontenible, con preferencia por los dulces y otros alimentos de alto valor
calórico. La frecuencia de los atracones es muy variada y los enfermos pueden
darse varios en el mismo día durante varios días seguidos. Con los atracones suelen
sobrepasar las 5.000 calorías diarias. Hay bulímicos que han llegado a superar
en un día las 25.000 y alguno ha muerto por dilatación aguda de estómago. La
bulimia está considerada como una enfermedad invisible porque puede pasar mucho
tiempo sin que el entorno del enfermo la perciba.
Causas
Al
igual que la anorexia, no se ha logrado descubrir una causa orgánica definitiva
para la bulimia. Su proceso de gestación comienza cuando existe algún grado de
insatisfacción con la apariencia del cuerpo. En este caso, el individuo siempre
se considerará con exceso de peso, aunque la realidad sea otra. Así, comenzará
a hacer dieta y, viendo que la imagen en el espejo no cambia, la dieta se
intensificará hasta llegar a las prácticas bulímicas.
Entre
las causas de este problema se encuentran las experiencias de rechazo social o
de fracaso que se atribuyen al peso y los consejos de las amigas. La
constatación de que en nuestra cultura la delgadez se considera un requisito
para el éxito lleva a querer perder peso y empezar dietas estrictas que no
pueden seguirse y nos hacen sentir no sólo fracasados, sino también
hambrientos. Las dietas se rompen con atracones y la culpabilidad por las
calorías consumidas y la posibilidad de engordar llevan al vómito.
Diagnóstico
A pesar de que la negación y secretismo complican el
diagnóstico de la bulimia, existen cinco criterios básicos para identificar
esta enfermedad:
Frecuentes episodios de ingesta abusiva de
alimentos. En este caso, el paciente suele comer cada dos horas una cantidad de
comida superior a la que cualquier persona normal desearía.
Un sentimiento de falta de control durante
este episodio o, en su defecto, la sensación de que no puede evitar la
necesidad de comer.
Además de la comida desmesurada, existe un
comportamiento compensatorio inapropiado para evitar el aumento de peso. Esta
conducta se traduce en el vómito auto-inducido, en el sobre uso de laxantes,
diuréticos y enemas o en el exceso de ejercicios físicos.
Tanto el exceso de comida como las comidas
compensatorias deben ocurrir al menos dos veces por semana durante tres meses.
Tratamiento
Los
pacientes bulímicos presentan una variedad de complicaciones médicas y
psicológicas, las que son normalmente consideradas reversibles a través de un
tratamiento multidisciplinario. Este puede ser liderado por un médico, un
psiquiatra y, en algunos casos, por un psicólogo clínico. El objetivo
primordial del tratamiento está enfocado en las necesidades físicas y
psicológicas del paciente. La meta última es que la persona se acepte a sí
misma y logre llevar una vida emocionalmente sana y equilibrada.
Con un tratamiento adecuado la mayoría de las personas
que sufren este trastorno mejoran sensiblemente y llegan a liberarse de él. Los
elementos básicos de un programa de tratamiento son:
Cuidado médico
Educación y apoyo
Planificación de un estilo de vida saludable
Eliminación del ciclo de atracones y purgas
Terapia dirigida a reforzar la autoestima y
resolver problemas.
Para posibilitar una recuperación
completa, una persona con bulimia debe:
Participar activamente en el plan de
tratamiento.
Completar el programa de hospitalización cuando sea necesario.
Funcionar independientemente en las
actividades cotidianas.
Asistir regularmente a la psicoterapia
individual, de grupo y/o familiar.
Visitar a su internista regularmente para
proteger su salud física.
Demostrar aptitudes eficaces de hacer frente
a las cosas.
Pedir la asistencia cuando sea necesario.
Ser honesto(a) con su terapeuta e internista.
No retener información.
La
obsesión con las pérdidas y ganancias de peso tiene poca incidencia en el peso
real y produce efectos indeseados y peligrosos: a nivel físico deshidratación y
desequilibrio electrolítico que pueden requerir hospitalización, daños en la
garganta y el esófago debidos a las náuseas crónicas, trastornos estomacales y
gastrointestinales producidos por los vómitos repetidos o el uso de laxantes...
A nivel psicológico las personas con bulimia están demasiado obsesionadas con
el peso y el cuerpo como para disfrutar de las relaciones sociales y de sus
vidas. Todas sus energías están centradas en el peso y la comida. Comer ha
dejado de ser un placer y se ha convertido en una actividad descontrolada y
culpabilizadora. Ya no hay diversión posible para ellas.
Hemos llegado a la conclusión que la anorexia y la
bulimia son una forma para expresar cierta presión interna que arrastran muchos
y que la sociedad ejerce sobre el individuo. En la actualidad, la moda exige a
la juventud que el cuerpo sea esbelto y delgado para ser participes del “mundo”
que indica que para ser bello ahí que asemejarse a los modelos que los medios
de comunicación nos presentan. Es importante decir que una persona rellena no
debe sentirse menospreciada, más bien debe valorarse tal y como es, pues su
belleza en su interior y lo otro es
superficial aún sabiendo esto no debemos olvidar que el ejercicio y la buena
alimentación son factores fundamentales para mantenerse saludable.
El deseo por lograr la delgadez extrema de muchas
jóvenes representa un problema físico-mental que por su aumento impresionantes
en los últimos tiempos, se ha convertido en una situación que preocupa tanto a
especialistas como a personas que conocen acerca del tema.
Trabajo de investigación desarrollado por los siguientes alumnos de 3º Medio
Daniela Gurtubay
Franco de Luca
Lucas Bosch
Ignacio Aravena
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